Seth Owens {ID}

Es un joven de estatura media, a sus dieciséis años aún no ha pegado el estirón por lo que ronda el 1'74m. Está lo que se considera delgado, aunque bajo la ropa se pueden apreciar unos ligeros músculos en formación. Tiene una piel bastante clara, no suele salir a que le de mucho el sol, se quema con excesiva facilidad y jamás se pone moreno. De color blanco pasa a un rojo no muy sano y, con el tiempo, vuelve a ser blanco como  la nieve. Impoluto, no tiene ninguna marca en su piel, tan solo algunas cicatrices que quedan como recuerdo de su torpeza, tropiezo o caída en algún momento dado, como es el caso de una cicatriz que tiene en el dedo anular de la mano derecha al meter la mano en un rosal durante su niñez.
Tiene unos rasgos faciales aún infantiles, no llega a ser como un adulto aún. Comenzando por sus cabellos, lo lleva corto y desordenado, cortado de forma desigual, de un color azabache. El flequillo cae por su frente, llegando a cubrir sus cejas, aunque sin llegar a sus ojos. Padece de heterocromía, por lo que tiene el ojo de color rojo y el otro dorado, los cuales son de un tamaño normal, usualmente expresivos y claros. Bajando por una respingona nariz, se encuentran unos labios finos, que suelen estar curvados en una sonrisa.
De ropa suele llevar sudaderas holgadas, que dejen mucho espacio a la imaginación del usuario, prefiere los tonos rojizoso negros, acompañándolas de unos pantalones negros y botas militares.

Es un joven bastante inquieto, no puede quedarse parado o le entran aún más nervios, es claramente hiperactivo. Tiene la necesidad de hacer las cosas a su manera, divertirse haciéndolas y de ignorar a aquellos que no le resultan agradables. Es la clase de persona que no respeta a sus adultos y superiores y que tan solo lo hace si le demuestran por qué debe tratarlos así. Por lo general, recibir órdenes no es lo suyo. Es rebelde y cabezota, solo mediante el medio se consigue que su opinión cambie y entonces puede ser... domado.
Se lo ve siempre con una sonrisa, pues es bastante optimista, aunque también, cuando algo no termina de agradarle, esgrime su mejor sonrisa y comienza un teatro, una farsa para engatusar y mantener entretenido a su "espectador". Le gustan las cosas que le pueden divertir, no consiente que algo sea aburrido, es más, en el momento en el que algo le deja de resultar interesante, se da la vuelta y se pone a hacer otra cosa. Quizás sea alguien ligeramente ruidoso, suele hablar en un tono elevado, aunque sin llegar a gritar. Terriblemente desvergonzado, no le cuesta nada el andar haciendo tonterías por ahí y que se lo queden mirando, por ejemplo: el andar desnudo por los pasillos no es ningún problema para él. Es un perfecto bufón. Es algo egocéntrico y narcisista, y no tiene ningún problema en demostrarlo, adora su cuerpo y se siente totalmente a gusto consigo mismo. Si tuviera un clon, se lo tiraría muy felizmente.
Por otro lado, cuando se enfada (que rara vez pasa dada su forma de ser previamente descrita), puede llegar a ser una masa de sarcasmo, escupiendo palabras cargadas de ironía, humor negro y quizá incluso obscenas. Aunque claro, esto solo pasa con determinadas personas que le resulten realmente desagradables.

Nacido en una casa normal, con una madre normal y un padre no tan normal, Seth resultó ser el hijo del Dios nórdico del engaño, Loki. Su madre, ajena a esto, sencillamente tuvo un hijo con la persona que amaba y que, posteriormente, la abandonó. Por ello, el chico se crió sin padre, sin modelo a seguir. Tan solo tenía a su madre, a quien adoraba más que a nadie, pero también la temía por su carácter y tendencia a la bebida. A pesar de estos problemas menores, creció como un niño feliz hasta que su madre descubrió el origen de su padre. Esto la destrozó interiormente y dejó de volcarse en su hijo para definitivamente caer en un estado casi vegetativo. Comenzó entonces a valerse por sí mismo hasta que descubrió que, un día, ella le había ¿vendido? a la escuela. Se vio obligado a entrar ahí con sus quince años recién cumplidos y comprendió entonces que nada volvería a ser lo mismo, pero ya no había vuelta atrás.
Se centró en la escuela, intentar superarla y ser mejor en todo, solo mantenerse ocupado y tratar de evitar pensar en su madre. Descubrió también el origen de su padre, lo cual le dejó entre maravillado y preocupado. Se preocupó por mejorar su sonrisa y engañarlos a todos. Una vez lo consiguió, se dio cuenta de que valía en el tema de ser un Host y se apuntó a ello, descubriendo así una nueva afición por el tabaco y por manipular a la gente que venía a verle durante la noche.

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