Profe en acción {ID}

Hombre de estatura media-baja, alcanzando el metro ochenta y uno. Piel ligeramente tostada aunque no deja de ser un tanto clara por la falta de irradiación solar, la cual evita en su mayor medida con sudaderas o ropa que tengan capucha con la que poder cubrir todo su cuerpo, que además está lleno de pequeñas cicatrices hechas con el paso de los años. Suele vestir con una sudadera negra o gris, camisetas rojas y pantalones negros con deportivas negras o blancas. No es raro verle con un collar de perro rojo, lo lleva a veces por ser un regalo de un amigo.
A veces tiene como unos espasmos y tan solo se puede ver su esqueleto, como si no hubiera músculos o piel que los cubrieran, aunque no suele durar más que unos segundos antes de regresar a la normalidad. Sin embargo, la mayoría del tiempo es un hombre de rasgos bien marcados. Tiene el pelo de un color rubio ceniza, pajizo y bastante corto, apenas tiene flequillo y no da margen a que se revuelva o a hacer peinados diferentes, solo un estilo fijo. Seguidamente unos ojos de un color ambarino, usualmente entrecerrados en una mueca indiferente o distraída. Nariz recta que lleva hasta unos labios carnosos aunque su color no sea especialmente llamativo. Cuando sonríe, se le forman unas pequeñas arrugas en la comisura de los labios, lo normal. Finalmente, una barbita de dos o tres días suele decorar su rostro cuando le da pereza arreglarse, dándole un aspecto desaliñado.
Sin embargo, cuando se arregla (ya sea para trabajar o para lo que sea) suele vestir un traje elegante de color negro, camisa blanca y corbata negra. Incluso se afeita y peina en condiciones, quedando con una belleza que suele esconder con su usual apariencia.

Es un hombre de carácter complejo y difícilmente comprensible. Por lo general se muestra tranquilo y pensativo frente a la gente. Dado que tiene una mente rápida, llena de ideas las cuales usualmente no suelen ser demasiado buenas, pues están llenas de caos y diversión para él mismo, suele tener mil cosas en la cabeza y, al hablar, puede llegar a empezar diciendo una cosa y acabar con otra idea diferente a la que empezó cuando en su mente se han entrelazado cosas que no tienen nada que ver. Por suerte, cuando habla con alguien se concentra en ese tema para que nada así pase. Siguiendo la línea, su sentido del humor resulta ser como su propia persona, es decir, cruel. Además, tiene la mala costumbre de demostrarlo justo en el peor momento posible.
Es terriblemente narcisista, incluso el egocentrismo queda pisoteado y relegado a la más pura mierda en comparación con lo que es él. Además es un sociópata y un psicópata. El mancharse las manos y asesinar a sangre fría está muy presente en su vida diaria, de hecho, el hacerlo no le produce más que una sensación placentera e incluso llega a la excitación a veces, por lo menos cuando le suplican el que pare.
Cruel, frío y calculador, le encanta ir un paso por delante de todo el mundo. Como no podría ser de otra manera, está obsesionado con el control, cualquier cosa que salga de lo previamente planeado le llega a alterar hasta puntos insospechados.

Siendo incapaz ya de recordar su origen puesto a que fue mucho tiempo atrás, lo único que sabe es que se dedicó a mirar como la humanidad evolucionaba, se divertía contemplando como el tiempo pasaba y la gente iba y venía. Se divertía con las guerras y el trabajo que seguidamente le proporcionaban, causando que tuviera menor tiempo libre pero gran satisfacción al poder erradicar a una gran suma de personas de una tajada. Sin embargo y con el paso de los años, descubrió que había algo entre los mortales que le llamaban la atención: esa escuela extraña.
Se transformó en un niño físicamente y se metió en la escuela, entrando a estudiar ahí para descubrir que su ingenio y aprendizaje mediante su gran experiencia le había llevado a ser de los mejores de la clase. Fue además en ese momento cuando conoció al ángel caído que se convirtió en su mejor amigo y, al terminar la escuela con diecinueve años humanos, pasó a ser su pareja.
Fue él la razón por la que no regresase a su previo lugar, sino que terminó sus estudios y se metió a enseñar con él en aquella escuela, descubriendo que los niños no eran algo que le quitasen el sueño, aunque no le importaba impartir clases en un lugar tan peculiar como aquel si podía pasárselo igual de bien que lo había hecho cuando aprendía ahí. Así pues, a pesar del desinterés que le producían los alumnos, se quedó en aquel lugar, impartiendo clases y divirtiéndose... a su manera con los chicos.

"El placer es un juego, el dolor es un juego, lo mejor de la vida es un juego."
"incluso el placer cae en el retorcido juego."

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